Barcelona formó con Banguera, Velazco, Erazo, Perlaza, Nazareno; Oyola, Gruezo, Arroyo, Ayoví, Díaz; Nahuelpán. |
Los toreros formaron con Máximo Banguera en el arco; una línea de cuatro en la línea defensiva con Pedro Pablo Velazco por derecha y Giovanny Nazareno por izquierda. Los centrales eran Frickson Erazo y José Luis Perlaza.
Delante de los cuatro defensores, en teoría, debían estar dos elementos: Carlos Gruezo y Matías Oyola, pero como ha sido costumbre, el Pony se desordenó y terminó jugando de extremo izquierdo.
Más adelantados, para la creación, por derecha, como extremo bien abierto, jugó José Ayoví y por izquierda Michael Arroyo. Por el centro, con amplia zona de influencia, estaba Damián Díaz.
Una vez más, el único delantero fue Ariel Nahuelpán. El esquema fue 1 - 4 - 1 - 4 - 1.
El Nacional, de su parte, respondió con un esquema ultradefensiva, renunciando de entrada a cualquier intento ofensivo.
Adrián Bone; Juan Carlos Anangonó, Jorge Valencia, Jéfferson Hurtado y Elvis Bone; Mauricio Folleco, Flavio Caicedo, Franklin Guerra, Marwin Pita; Ronny Medina y Julián Mina, en teoría 1 - 4 - 4 - 2, no obstante, delante de la línea de cuatro, a ratos, se clavaba como líbero adelantado Flavio Caicedo, que hacía parecer una línea de cinco y el atacante Ronny Medina bajaba tanto que era un volante más.
Ante la acumulación de hombres en zona pasiva (eran dos líneas de cuatro en el primer cuarto de cancha de los Criollos), la solución para vulnerarla era, es y será el pase corto ¿Por qué? porque solo así se logrará "torear" y desesperar al rival hasta conseguir los espacios adecuados para posteriormente obtener una oportunidad ofensiva.
Sin embargo, los dirigidos por Gustavo Costas equivocaron el camino y exageraron en el juego por los costados.
Del centro hacia la derecha, del centro hacia la izquierdas o los pelotazos de Erazo hacia las puntas, todos con un solo objetivo: buscaban explotar la velocidad de Ayoví o la habilidad de Arroyo y todos los intentos sin lograr lo deseado, no porque esté bien parada la defensa militar, sino por el simple amontonamiento de elementos, que sumado al a impericia barcelonés, derivó en tibios intentos.
¿Cómo llega el gol?
Pero cómo llega el gol de Barcelona, pues con la fórmula que ensayó el elenco guayaquileño todo el partido.
Un centro al ollazo que encuentra bien ubicado a Cristian Penilla (que sustituyó a José Ayoví) y éste, al recibir algo incómodo y apretado por una marca, optó por levantar su pierna derecha y tocar con el borde interno de su zapato hacia atrás para Nahuelpán, quien también estaba con una marca, ante ello, se dejó caer el ariete argentino y el juez cayó en la trampa y sancionó como infracción penal.
El resto de la historia ya todos la saben. Lo cierto es que así, con gol de penal dudoso, Barcelona ganó.
Ariel Nahuelpán anotó el gol de Barcelona de tiro penal. |
La idea original, hasta antes del choque, muy buena, muy ofensiva, pero Sevilla ha estudiado bien a Barcelona y clausuró los costados, con esa doble línea de cuatro. Es allí donde entra el papel del DT y pensé que en el segundo tiempo se iba a ver ese replanteó.
No obstante, no lo hizo, por ejemplo, pensé que ayer iba a entrar Cazares, para darle algo diferente al ataque torero, ese valor agregado a las jugadas que todo equipo necesita.
Eso nunca ocurrió. De hecho, el fútbol torero siempre fue el mismo hasta el gol, después, Costas optó por cerrar el partido.
Veremos cómo nos va en Quito la próxima semana, donde la historia será distinta, porque de seguro, los toreros gozarán de más espacios y El Nacional, muy probablemente, intentará vulnerar la defensa amarilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario