sábado, 29 de junio de 2013

La culpa no es tuya Sidney, eres juvenil y estás aprendiendo

Sidney Bazurto erró de forma increíble en el gol de Fuerza Amarilla.
Atribuir la culpa al arquero juvenil de Atlético Mineiro, Sidney Basurto, por dejarse empatar de forma clamorosa ante Fuerza Amarilla, el viernes anterior, resulta a ratos hasta irresponsable.
Ser arquero es como ser cirujano. Si un cirujano se equivoca en una intervención quirúrgica, las consecuencias en el paciente son fatales.
Similar situación ocurre con los arqueros. Si te equivocas, el error te cuesta un gol recibido, una eliminación o un campeonato.
Sin embargo, Sidney Basurto es un guardameta de 20 años de edad, que está en franco proceso de aprendizaje. Los porteros generalmente alcanzan su madurez en el puesto pasados los 30 años de edad.
El gol nace de un centro desde la derecha del ataque de Fuerza Amarilla al corazón del área rival, en la que Basurto sale a descolgar sin inconvenientes, no obstante, el balón se le escabulle entre las manos y termina regalándosela al bien atento atacante local que anotó el empate.
Faltaban 12 minutos para que concluya el partido y Mineiro perdió dos puntos claves de un partido que lo tenía en el bolsillo.
Pero la culpa no es de Sidney, sino del que lo pone como titular. Que uno de los tres juveniles que reglamentariamente debían estar en la cancha era un riesgo mayúsculo y lo pagó caro Mineiro.
El arco es un puesto clave, en el que se necesita experiencia.
Si bien es cierto que las actuaciones de Basurto han sido destacadas, cabe mencionar que el año anterior ya ha tenido errores similares, que pasan desapercibidos en una fase de grupos, pero en un cuadrangular final cuesta y mucho.
Debieron reforzarse en ese puesto con un arquero de mayor experiencia y jerarquía. Pero el resultado ya es historia, ahora queda levantar cabeza, aprender de los errores y no volverlos a cometer.

Deprimente espectáculo en fútbol de Segunda

Pablo Lara ejecuta de penal el gol de Atlético Mineiro.
Fuerza Amarilla de Machala no pudo ganar en casa ante Atlético Mineiro de Huaquillas, que de su parte alcanzó su primer punto en el arranque de la tercera fecha del cuadrangular final del torneo provincial de Segunda Categoría.
No haré una crónica del partido, sino que realizaré un análisis del deprimente espectáculo observado en el soporífero partido de la noche del viernes 28 de junio de 2013.

Desordenado Fuerza Amarilla
Fuerza Amarilla empató por intermedio de Mario Arroyo a los 78 minutos.
Si tienes jugadores talentosos en tu equipo, de nada te sirven si no les pasas la pelota y los juntas. Eso pasó en Fuerza Amarilla. Sus jugadores estuvieron muy distantes ayer unos de otros.
Lo de Humberto Mina no sé si por disposiciones tácticas o cuestiones propias, lo cierto es que en el primer tiempo estuvo como defensa central, en el segundo tiempo inició de volante de marca y terminó de extremo diestro, arrinconado a la banda, apelando al pelotazo en su máxima expresión.
El pelotazo, cuando se constituye en una alternativa, puede resultar un recurso interesante, pero anoche no fue una alternativa, sino un dispositivo de juego.
El ollazo predominó y con ello, el fútbol desapareció. Fuerza cuenta excelentes volantes dúctiles, como Humberto Mina, el mismo Arroyo, el propio Ajila, Juan Pablo Arrobo, pero cada uno estaba jugando un partido distinto. No se juntaron jamás para asociar juego.
Atlético Mineiro planteó una muralla defensiva de ocho elementos que bartoleaban cuanto balón les llegaba. Eso se destruye con filtraciones de un habilidoso, con pases consecutivos y con paciencia para romper las líneas, con remates de media distancias y también con pelotazos cruzados.
Si aplicamos los cuatro recursos periódicamente en un partido, la intención ofensiva se vuelve indescifrable para el rival, pero si solo utilizamos un recurso: El pelotazo, se facilita la labor para el que defiende. Eso pasó anoche. Fuerza Amarilla le facilitó el trabajo a Atlético Mineiro.

Mineiro bartolero
De su parte, el club Atlético Mineiro encontró en el bartolazo el mejor arma no solo para anular la intención ofensiva de Fuerza Amarilla, sino incluso para hacerle daño en los contragolpes.
El gol de los huaquillenses llegó de penal y en los contragolpes pudo haber generado otro gol más.

Mucho premio
El gol de Fuerza Amarilla llegó tras un grosero error de Sidney Bazurto, un accidente. Fuerza rescató al menos un punto en casa.
Sin embargo, el empate sabe a mucho premio para ambos, tras tan pobre espectáculo mostrado. No solo porque jugaron feo, sino porque jugaron mal. Parecían equipos de barrio jugando al ¡Viva la Patria!