¿Por qué fracasó Oswaldo Morelli en la dirección técnica de Atlético Audaz? En las siguientes líneas intentaré explicar lo que a mi modo de entender fueron los detonantes para el fracaso del equipo machaleño en el torneo de la Serie "B" del fútbol ecuatoriano.
NO SE CONVOCÓ A TIEMPO A ELECCIONES
Atlético Audaz por poco pierde la categoría en 2010. Fue el mes de noviembre cuando terminó su preparación. La dirigencia del club, encabezada por su presidente, Fernando Sánchez, adeudaba alrededor de cinco meses a los futbolistas.
La inestabilidad económica perjudicó directamente a los machaleños. Sin embargo, los jugadores continuaban en cancha esmerándose por mantener la categoría.
Tras el empate sin goles ante Deportivo Azogues, Atlético mantuvo la categoría. Para estos últimos partidos, el entonces presidente de la Asociación de Fútbol de El Oro, Favián Aguilar, asumió la responsabilidad económica del club, en torno a los gastos que genere a raíz de su administración.
Nunca fue parte del Directorio, pero Aguilar era quien adoptaba las decisiones en el equipo. Para el efecto, según dijo el propio dirigente, ya había dialogado con el presidente del club para que una vez terminado el torneo de la "B", conformar la Sociedad Anónima en el club.
Así, contaba con al menos una decena de empresarios más, que estaban dispuestos a invertir en el equipo.
En diciembre, el equipo vuelve a los entrenamientos. Muchos no llegaron ¿Razones? las deudas.
La irregularidad en los entrenamientos complicó las cosas, mientras los trámites para la conformación de la Sociedad Anónima avanzaban.
Recuerdo mucho enero de este año. Favián Aguilar anunciaba que en 15 días recibirá el equipo para administrarlo por 10 años, mientras Sánchez refería que jamás iba a entregar al club a nadie. Que el equipo era suyo. Algo no andaba bien. Lástima que el tiempo me dio la razón.
En febrero de 2011, se rompió el acuerdo. ¿Qué pasó? Ese será otro tema de análisis.
Sánchez, en su desesperación de la premura del torneo, sumado a las deudas elevadas, decide llamar a un comentarista deportivo popular, de los más influyentes en la radiodifusión local en la actualidad. A él le pide que le recomiende a los mejores jugadores del fútbol barrial de la provincia. Todos llegaron a las prácticas, que eran dirigidas por Quinteritos.
El presidente se dio cuenta que con estos jugadores, más juveniles, no alcanzaba ni siquiera para mantener la categoría y fue justo en ese momento de desesperación que toca la puerta de un dirigente siempre vinculado al deporte. A él le pide una exhorbitante cifra de dinero a manera de auspicio, que el referido personaje no podía cubrir.
Pasaron y pasaron los días a la deriva, con un torneo de la Serie B a punto de iniciar. Allí, cuando más oscura era la noche surge un "salvavidas". Sí, ese mismo, el que piensan.
La llegada del nuevo mecenas al equipo trajo consigo decisiones drásticas más rápidas de lo pensado. El asambleísta no llegó solo, sino con todo el equipo de asesores que laboran con él en la Asamblea Nacional. Carlos Víctor Zambrano acordó tomar la presidencia del club y delegar la vicepresidencia a Fernando Sánchez. Como parte del acuerdo también se incluyó la toma de decisiones absolutas en el equipo de mayores, asumiendo algunas deudas retrasadas. Con la llegada de Zambrano, su primer asesor en la AN, Johnny Jordán, pasó a presidir la Comisión de Fútbol (que nunca antes exisitió en el club verdolaga).
Así, se consigue el concurso de un DT foráneo que aparecía como la mejor opción en ese momento (Gracia se fue con Favián Aguilar a Fuerza Amarilla).
Llegó Oswaldo Morelli. Un argentino de dilatada trayectoria, que como triunfo más reciente tuvo el ascenso de Liga de Portoviejo a la Serie A en 2008. Con el mismo elenco manabita disputó la Primera División en 2009, donde no pudo mantenerse.
Junto a él, muchos de los jugadores de su confianza que en ese momento no tenían equipo alguno (a escasos 15 días de arrancar el torneo).
Fue así como llegaron Diego Salas (arquero), Marcos Castillo, Gerardo Saccón, Luis Villacreses, Humberto Mina, Peter Mercado, Ider García, Pedro Corozo, Alain Espinel, Esteban Loureiro (lo conoció cuando dirigió Técnico Universitario), Darwin Caicedo, César Paredes, Moisés Cuero. Un equipo completo. Además ratificó a los jugadores del club y dio el visto bueno para la contratación de John García, cuyos primeros acercamientos con los machaleños los hizo Favián Aguilar.
Esa transición de la Sociedad Anónima le quitó mucho tiempo al cuadro machaleño, que no alcanzó a prepararse adecuadamente físicamente de cara al inicio del torneo.
Pero los problemas no solo fueron futbolísticos, sino también administrativos. Carlos Víctor Zambrano, durante una de las últimas prácticas futbolísticas para el inicio del torneo me comentó: "flaco, mira que ayer me enteré que tienen una deuda en el SRI y no puedo mandar a imprimir las entradas".
Llegó el inicio del torneo y Morelli no tenía a todos los jugadores aptos físicamente. Ni siquiera había encontrado el once ideal ni el esquema a aplicar. Sin embargo, aceptó el reto y se lanzó al ruedo.
La derrota en la primera fecha era predecible. Incluso, yo estimé que hasta la quinta fecha el equipo no iba a ganar. Pero jamás me imaginé que en 7 fechas todos los partidos iban a ser perdidos.
La situación se complicó. El DT renunció. Los resultados no se le dieron, pero ¿Por qué?
1.- Tosudez: Morelli confió plenamente hasta el último de sus días en la provincia, en la capacidad de cada uno de los jugadores que trajo. Empezando por Diego Salas, el guardameta, que fue el GRAN RESPONSABLE DE SU SALIDA. Atlético por fin iba ganando a Macará, el pasado domingo, sin embargo, en menos de diez minutos el equipo recibió dos goles de antología. Primero con un balón al área chica que el guardameta no bloquea y lo mete de cabeza David Riascos (que en la era Aguilar, iba a ser el centrodelantero de los machaleños).
El segundo gol es más patética la responsabilidad del guardameta. Fue un cambio de frentede derecha a izquierda, sin el cierre oportuno del marcapunta Lulú Castillo (primer jugador Moreliano), en la otra banda, Ider García (segundo moreliano) no marcó apropiadamente y llegó el centro - shut de Johnny Baldeón, un balón que "todos pensamos que iba afuera" (como declaró en una entrevista que le hice el DT Janio Pinto, de Macará), pero el guardameta inexplicablemente intenta manotearla al corner (era bombeado, pero débil el centro, que tranquilamente pudo atraparla). Sin embargo, calculó mal el GK y su pano pegó en el travesaño y el balón también. El rebote lo toma a boca de arco el delantero Riasco para marcar a los 90 + 1 el 3-2 definitivo.
Entonces, por qué fue tosudo Morelli. Pues porque insistió varias veces en los mismos elementos que le estaban dejando fracaso tras fracaso.
2.- Por ser "buena gente".- Sí, muy "buena gente" con aquellos elementos que han cometido errores puntuales. El caso preciso de Salas, cuando en el banco está un portero de similares o mejores condiciones, que no comete errores tan infantiles.
A Salas debió sentarlo en la cuarta fecha. No lo hizo y fue el propio Salas el que le dio prácticamente el boleto de despedida con su error ante Macará.
3.- Por no escoger bien los refuerzos.- Los extranjeros que aprobó MOrelli jamás rindieron. Ni Cisneros, ni Cabán, de los cuales ni siquiera se sabía de qué jugaban.
4.- Los jugadores nunca transmitían una idea clara de juego.- No se sabía a qué jugaba Atlético.
5.- Su cuerpo técnico también fracasó.- El preparador de arqueros, Sergio Maciel, jamás realizó un trabajo diferenciado y duradero con los guardametas, pese a que sabía de las deficiencias de Salas. La preparación física también fue defectuosa. Quizá por el corto tiempo, pero lo cierto es que en la cancha, a las 15h00, muchos terminaron fundidos.
Ahora se volvió a recurrir a Ángel Gracia, que apela a los jugadores que ya conoce y que sabe cómo le pueden rendir en cancha, a sabiendas de lo que hicieron en el campo los "Morelianos". Esperemos que el equipo mejore.
NO SE CONVOCÓ A TIEMPO A ELECCIONES
Atlético Audaz por poco pierde la categoría en 2010. Fue el mes de noviembre cuando terminó su preparación. La dirigencia del club, encabezada por su presidente, Fernando Sánchez, adeudaba alrededor de cinco meses a los futbolistas.
La inestabilidad económica perjudicó directamente a los machaleños. Sin embargo, los jugadores continuaban en cancha esmerándose por mantener la categoría.
Tras el empate sin goles ante Deportivo Azogues, Atlético mantuvo la categoría. Para estos últimos partidos, el entonces presidente de la Asociación de Fútbol de El Oro, Favián Aguilar, asumió la responsabilidad económica del club, en torno a los gastos que genere a raíz de su administración.
Nunca fue parte del Directorio, pero Aguilar era quien adoptaba las decisiones en el equipo. Para el efecto, según dijo el propio dirigente, ya había dialogado con el presidente del club para que una vez terminado el torneo de la "B", conformar la Sociedad Anónima en el club.
Así, contaba con al menos una decena de empresarios más, que estaban dispuestos a invertir en el equipo.
En diciembre, el equipo vuelve a los entrenamientos. Muchos no llegaron ¿Razones? las deudas.
La irregularidad en los entrenamientos complicó las cosas, mientras los trámites para la conformación de la Sociedad Anónima avanzaban.
Recuerdo mucho enero de este año. Favián Aguilar anunciaba que en 15 días recibirá el equipo para administrarlo por 10 años, mientras Sánchez refería que jamás iba a entregar al club a nadie. Que el equipo era suyo. Algo no andaba bien. Lástima que el tiempo me dio la razón.
En febrero de 2011, se rompió el acuerdo. ¿Qué pasó? Ese será otro tema de análisis.
Sánchez, en su desesperación de la premura del torneo, sumado a las deudas elevadas, decide llamar a un comentarista deportivo popular, de los más influyentes en la radiodifusión local en la actualidad. A él le pide que le recomiende a los mejores jugadores del fútbol barrial de la provincia. Todos llegaron a las prácticas, que eran dirigidas por Quinteritos.
El presidente se dio cuenta que con estos jugadores, más juveniles, no alcanzaba ni siquiera para mantener la categoría y fue justo en ese momento de desesperación que toca la puerta de un dirigente siempre vinculado al deporte. A él le pide una exhorbitante cifra de dinero a manera de auspicio, que el referido personaje no podía cubrir.
Pasaron y pasaron los días a la deriva, con un torneo de la Serie B a punto de iniciar. Allí, cuando más oscura era la noche surge un "salvavidas". Sí, ese mismo, el que piensan.
La llegada del nuevo mecenas al equipo trajo consigo decisiones drásticas más rápidas de lo pensado. El asambleísta no llegó solo, sino con todo el equipo de asesores que laboran con él en la Asamblea Nacional. Carlos Víctor Zambrano acordó tomar la presidencia del club y delegar la vicepresidencia a Fernando Sánchez. Como parte del acuerdo también se incluyó la toma de decisiones absolutas en el equipo de mayores, asumiendo algunas deudas retrasadas. Con la llegada de Zambrano, su primer asesor en la AN, Johnny Jordán, pasó a presidir la Comisión de Fútbol (que nunca antes exisitió en el club verdolaga).
Así, se consigue el concurso de un DT foráneo que aparecía como la mejor opción en ese momento (Gracia se fue con Favián Aguilar a Fuerza Amarilla).
Llegó Oswaldo Morelli. Un argentino de dilatada trayectoria, que como triunfo más reciente tuvo el ascenso de Liga de Portoviejo a la Serie A en 2008. Con el mismo elenco manabita disputó la Primera División en 2009, donde no pudo mantenerse.
Junto a él, muchos de los jugadores de su confianza que en ese momento no tenían equipo alguno (a escasos 15 días de arrancar el torneo).
Fue así como llegaron Diego Salas (arquero), Marcos Castillo, Gerardo Saccón, Luis Villacreses, Humberto Mina, Peter Mercado, Ider García, Pedro Corozo, Alain Espinel, Esteban Loureiro (lo conoció cuando dirigió Técnico Universitario), Darwin Caicedo, César Paredes, Moisés Cuero. Un equipo completo. Además ratificó a los jugadores del club y dio el visto bueno para la contratación de John García, cuyos primeros acercamientos con los machaleños los hizo Favián Aguilar.
Esa transición de la Sociedad Anónima le quitó mucho tiempo al cuadro machaleño, que no alcanzó a prepararse adecuadamente físicamente de cara al inicio del torneo.
Pero los problemas no solo fueron futbolísticos, sino también administrativos. Carlos Víctor Zambrano, durante una de las últimas prácticas futbolísticas para el inicio del torneo me comentó: "flaco, mira que ayer me enteré que tienen una deuda en el SRI y no puedo mandar a imprimir las entradas".
Llegó el inicio del torneo y Morelli no tenía a todos los jugadores aptos físicamente. Ni siquiera había encontrado el once ideal ni el esquema a aplicar. Sin embargo, aceptó el reto y se lanzó al ruedo.
La derrota en la primera fecha era predecible. Incluso, yo estimé que hasta la quinta fecha el equipo no iba a ganar. Pero jamás me imaginé que en 7 fechas todos los partidos iban a ser perdidos.
La situación se complicó. El DT renunció. Los resultados no se le dieron, pero ¿Por qué?
1.- Tosudez: Morelli confió plenamente hasta el último de sus días en la provincia, en la capacidad de cada uno de los jugadores que trajo. Empezando por Diego Salas, el guardameta, que fue el GRAN RESPONSABLE DE SU SALIDA. Atlético por fin iba ganando a Macará, el pasado domingo, sin embargo, en menos de diez minutos el equipo recibió dos goles de antología. Primero con un balón al área chica que el guardameta no bloquea y lo mete de cabeza David Riascos (que en la era Aguilar, iba a ser el centrodelantero de los machaleños).
El segundo gol es más patética la responsabilidad del guardameta. Fue un cambio de frentede derecha a izquierda, sin el cierre oportuno del marcapunta Lulú Castillo (primer jugador Moreliano), en la otra banda, Ider García (segundo moreliano) no marcó apropiadamente y llegó el centro - shut de Johnny Baldeón, un balón que "todos pensamos que iba afuera" (como declaró en una entrevista que le hice el DT Janio Pinto, de Macará), pero el guardameta inexplicablemente intenta manotearla al corner (era bombeado, pero débil el centro, que tranquilamente pudo atraparla). Sin embargo, calculó mal el GK y su pano pegó en el travesaño y el balón también. El rebote lo toma a boca de arco el delantero Riasco para marcar a los 90 + 1 el 3-2 definitivo.
Entonces, por qué fue tosudo Morelli. Pues porque insistió varias veces en los mismos elementos que le estaban dejando fracaso tras fracaso.
2.- Por ser "buena gente".- Sí, muy "buena gente" con aquellos elementos que han cometido errores puntuales. El caso preciso de Salas, cuando en el banco está un portero de similares o mejores condiciones, que no comete errores tan infantiles.
A Salas debió sentarlo en la cuarta fecha. No lo hizo y fue el propio Salas el que le dio prácticamente el boleto de despedida con su error ante Macará.
3.- Por no escoger bien los refuerzos.- Los extranjeros que aprobó MOrelli jamás rindieron. Ni Cisneros, ni Cabán, de los cuales ni siquiera se sabía de qué jugaban.
4.- Los jugadores nunca transmitían una idea clara de juego.- No se sabía a qué jugaba Atlético.
5.- Su cuerpo técnico también fracasó.- El preparador de arqueros, Sergio Maciel, jamás realizó un trabajo diferenciado y duradero con los guardametas, pese a que sabía de las deficiencias de Salas. La preparación física también fue defectuosa. Quizá por el corto tiempo, pero lo cierto es que en la cancha, a las 15h00, muchos terminaron fundidos.
Ahora se volvió a recurrir a Ángel Gracia, que apela a los jugadores que ya conoce y que sabe cómo le pueden rendir en cancha, a sabiendas de lo que hicieron en el campo los "Morelianos". Esperemos que el equipo mejore.
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