domingo, 17 de febrero de 2013

Los 4 cánceres que padece Barcelona

Michael Jackson Quiñónez enfrenta la marca de
Mario Pineida y Henry León.

Barcelona Sporting Club atraviesa un duro momento en el inicio del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol 2013.
Apenas se va jugado la undécima parte del certamen, no obstante la preocupación es múltiple al observar el desenvolvimiento del vigente campeón del fútbol local, más aun cuando su acérrimo rival le ha saco de entrada diez puntos de diferencia.
A continuación algunos puntos que considero claves para este mal momento de Barcelona.

1.     Línea de tres no es el problema.- Los líos defensivos de Barcelona no obedecen a una estructura táctica sino a una baja forma individual. En ese sentido, la línea de tres no es el problema, sino la poca prolijidad de sus intérpetes. ¿Por qué? Pues a las carencia por demás conocidas de José Luis Perlaza se suma el bajísimo nivel de Pablo Saucedo y la sorprendente baja forma de Frickson Erazo. En el último partido ante Independiente, tres de los cinco goles fueron errores directos de Frickson. A ello se suma el desorden de los tres en su conjunto.
2.     Laterales que no saben centrar.- De qué le sirve a Barcelona contar con laterales que constantemente pasan al ataque si a la hora de llegar a los tramos finales del campo de juego no saben centrar. No solo en el partido contra Independiente José Terán se evidenció ese inconveniente, sino también en todos los duelos anteriores. Tanto Paredes como Nazareno tienen esos gravísimos problemas.
3.     Volantes sin equilibrio.- Los volantes llamados a dar el equilibrio en la zona medular de Barcelona no lo hacen y la razón obedece a un error estructural en su conjunto. Cuando Barcelona decide armar línea de tres, Pablo Saucedo se recuesta excesivamente sobre la derecha y Frickson Erazo lo propio sobre la izquierda, lo cual deja un amplio espacio de terreno para que sea José Luis Perlaza quien tenga dominio sobre el centro. Ese estiramiento defensivo tiene implicaciones severas cuando Juan Carlos Paredes por derecha y Giovanny Nazareno por izquierda se olvidan por completo de sus responsabilidades defensivas y muy por el contrario, parecen dos puntas más. A ello se suma lo mencionado en este ítem, que es la falta de equilibrio en la primera línea de volantes. Matías Oyola con muy poco compromiso en la marca deja con mucho espacio de terreno de juego para que sea cubierto por Carlos Gruezo y el juvenil no se alcanza para ello. Además que cuando se lanzan al ataque Nazareno y Paredes los volantes de marca no acuden a esos costados, respectivamente, a dar el relevo necesario en caso de una contra y he ahí el por qué toman muy parado a Barcelona en el contragolpe.
4.     Creativos divorciados.- Los volantes creativos de Barcelona acusan un divorcio total entre sí y lo peor de todo es que parece por disposiciones tácticas. En el partido contra Deportivo Quevedo vi a un Michael Arroyo arrimado sobre la izquierda en exceso, casi escondido, mientras que por derecha en similar actitud a Bryan de la Torre y en el centro, solo e intrascendente a Damián Díaz. En el partido contra Manta FC arrinconado a la derecha Díaz y a la izquierda Arroyo, cada uno por su lado; en Loja situación similar (aunque fue el mejor partido que le he visto a Barcelona en el campeonato local), Michael Quiñónez arrimado sobre la zurda, aunque muy activo con Giovanny Nazareno, pero ante Independiente se notó un divorcio absoluto entre Quiñónez y Arroyo, otra vez cada uno por su lado, ambos asociando ideas con los laterales, pero de qué sirvió si los laterales –insisto en esto- no pueden levantar un solo centro bueno.
¿Soluciones?
Una solución integral en materia estrictamente táctica necesita Barcelona, en primer lugar, cambiando de esquema.
Se necesita una línea de cuatro en el fondo con los mejores intépretes posibles: Juan Carlos Paredes, Frickson Erazo, José Luis Perlaza y Roosevelt Oyola. Pongo a Roosevelt porque considero que le dará equilibrio a una expuesta zona defensiva.
En el medio campo, lo ideal sería colocar tres volantes de primera línea para dar precisamente esa compensación que ahora no lo tiene el cuadro de Costas. Para el efecto, yo utilizaría a Carlos Gruezo recostado sobre la derecha, para que cubra las espaldas del siempre trepador Juan Paredes; por izquierda a Matías Oyola para que asocie ideas y no deje tan solo sobre ese sector a Michael Arroyo, mientras que en el centro, como émbolo de ese tridente de marca al argentino Nicolás Olmedo.
Delante de los tres a Damián Díaz y Michael Arroyo para que sean quienes tomen las marcas. Y un solo delantero: Ariel Nahuelpán.
No sé si con ese planteamiento a Barcelona le alcance para ser campeón, pero por lo menos sí recuperará lo que por ahora le falta: Orden.

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