Crear una nueva categoría en el fútbol ecuatoriano es un anhelo que bordea ya un lustro en nuestro fútbol.
Sin embargo me pregunto ¿Para qué? ¿Mejorará el nivel de nuestro fútbol? ¿Se ha evaluado realmente el costo - beneficio de la medida?
Estas y otras son las interrogantes que constantemente vienen a mi mente cuando analizo el tema.
El último Campeonato Provincial de Segunda Categoría dejó goleadas estremecedoras en el camino previo, sin embargo ¿Esas goleadas son el indicador real para medir el balompié de una circunscripción? En lo personal creo que NO.
Aunque las comparaciones siempre son odiosas, siempre pongo como ejemplo las Eliminatorias Mundialistas en los diferentes continentes.
Europa tiene al campeón y vicecampeón vigente del Mundo, sin embargo, analicemos un poco. La Eliminatoria europea tiene a equipos como Letonia, Lietchestein, Islandia, San Marino, etc. Selecciones que ni de lejos se cree que puedan llegar a un Mundial, sin embargo, están allí, siempre compitiendo contra las legendarias España, Italia, Francia, Alemania y se comen goleadas cada vez.
No obstante, allá, en el primer mundo, no se piensa en dividir en categorías la Eliminatoria ¿Por qué? Pues fácil, todos tienen el mismo derecho de terciar en busca del sueño mundialista.
No nos vayamos muy lejos. En la Segunda Categoría de Guayas no hay una tercera categoría, y las goleadas son semana a semana en la primera ronda. El 2012 Guayas tuvo 5 equipos en primera categoría: 2 en la A y 3 en la B.
Considero que en El Oro, si diseñamos un sistema de campeonato en el que se haga una tercera categoría sería el peor error que se pueda cometer porque serán menos partidos los que tengan los clubes.
A nuestros equipos lo que les hace falta es planificación dirigencial, verdadero trabajo en divisiones menores y contar con jugadores de jerarquía. Nuestro fracaso a nivel profesional no se debe a un opaco nivel de Campeonato Provincial, sino a la falta que jerarquización de las plantillas de nuestros equipos.
Es mi opinión y ustedes tienen todo el derecho de contradecirla. Un abrazo.